Gira tu dispositivo a modo "landscape"
Querido Capricho nos habla de la espera, del miedo a que no vuelvan a decirnos te quiero, de un amor no correspondido, de un amor intergeneracional. El mundo de Amanda se ha quedado reducido a una habitación “sin puertas” y un perro que no deja de ladrar, Hércules. Esta espera es similar a la del personaje de Penélope o al de La voz humana de Cocteau. Sin embargo, en esta ocasión quisimos que hablara con sus amigas, las chicas. Que hable, con nuestra propia mujer. Dicen que el amor lo vence todo, pero es el tiempo el que vence al amor.