K símbolo de la marca Kutxabank

Presentación

2016 ha sido un ejercicio atípico e imprevisible, en el que la evolución de grandes economías como China, las variaciones en el ‘status quo’ del mercado del petróleo o las políticas monetarias de los principales bancos centrales, han perdido protagonismo ante dos hechos que han acaparado toda la atención y han supuesto una suerte de terremoto político y económico: el Brexit y la victoria de Donald Trump en Estados Unidos.

Entre cábalas acerca del impacto real que tendrán en el futuro cercano estos dos acontecimientos, la economía española ha logrado encadenar su tercer año al alza, con un crecimiento del 3,2% del PIB, una notable recuperación de la demanda interna y un mejor ritmo en la creación de empleo, aunque todavía con una muy elevada tasa de temporalidad.

La economía vasca también ha registrado un crecimiento similar del 3,1%, gracias a un comportamiento homogéneo del PIB, espoleado por el tirón de la industria y de los servicios, y por la evolución positiva de la demanda interna. El mercado laboral ha vuelto a superar las previsiones en Euskadi, y ha finalizado el año con una de las tasas de desempleo más bajas de todo el Estado.

2016 ha sido de nuevo un año extremadamente complejo para el negocio bancario, principalmente a causa la mala evolución de las cotizaciones bursátiles durante la mayor parte del ejercicio y a la persistencia de los tipos de interés en negativo.

A estas dificultades, ya de por sí notables, se han sumado las incertidumbres de índole política y económica en el ámbito internacional y doméstico. Todo ello, con una agenda supervisora muy exigente y en un entorno regulatorio y de incertidumbre jurídica muy desfavorable.

En este entorno Kutxabank ha vuelto a superar con nota las pruebas de solvencia y resistencia que ha planteado la Autoridad Bancaria Europea, situándose, de nuevo, a la cabeza en términos de solvencia.

Una de las principales consecuencias positivas de este escenario es que Kutxabank ha vuelto a poder mantener su actual política de dividendos, que en los dos últimos ejercicios se ha fijado en el 50% del beneficio neto anual, lo que supone más de 230 millones de euros, el mayor dividendo social de todo el Estado en función del tamaño de la entidad.

Se trata de una cantidad importante, con la que las Fundaciones Bancarias accionistas podrán continuar gestionando con estabilidad y confianza sus respectivas Obras Sociales.

En este informe económico que ponemos a disposición de toda la sociedad, se analiza de forma detallada la actividad desarrollada por Kutxabank a lo largo de 2016. En forma de resumen, el Grupo ha obtenido un beneficio consolidado de 244,2 millones de euros, un 11,6% más que el resultado alcanzado en el ejercicio anterior.

La mejora del resultado final se ha asentado en una creciente y sólida actividad comercial, fundamentalmente en el negocio hipotecario y en la financiación a pymes, en la buena gestión de los márgenes, en una mayor aportación del negocio asegurador y en el incremento del volumen gestionado en fondos y planes de pensiones, así como en una política de mejora de las variables vinculadas a riesgos. A estas palancas se han unido una mejor evolución del mercado inmobiliario y una reactivación de la demanda solvente de crédito, junto a la aportación por puesta en valor de la cartera de inversiones, que han permitido compensar parcialmente el desfavorable entorno mencionado.

El año ha sido especialmente activo para el Banco en el ámbito de las nuevas tecnologías. En línea con la apuesta estratégica de mejorar la calidad y la amigabilidad del servicio, vamos cumpliendo los hitos de nuestra agenda digital, lo que nos permite el tránsito sostenido hacia la digitalización competitiva, invirtiendo en tecnología e incorporando talento, pero sin perder la esencia de nuestra forma de hacer banca.

Consideramos que el ADN de Kutxabank es y será un valor diferencial apreciado, incluso en un mundo cada vez más digitalizado. La atención personalizada, el apoyo a familias y Pymes, el servicio a empresas e instituciones, constituyen la forma en la que entendemos nuestra actividad.

Desde el reconocimiento de lo que Kutxabank representa para nuestros grupos de interés, los equipos del banco continuaremos esforzándonos en hacer bien las cosas, para reforzar la confianza de nuestros clientes y de todo nuestro entorno, creando valor y garantizando nuestra sostenibilidad, incluso en los escenarios más complicados.

Gregorio Villalabeitia
Presidente de Kutxabank