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Información económico-financiera

Control de riesgos

Se ha preparado para afrontar con garantías los nuevos requerimientos de 'Basilea III' y los test de estrés bancario de 2014

El mantenimiento de un perfil de riesgo apropiado constituye un elemento clave de la gestión del Grupo Kutxabank, ya que en último término constituye la mejor garantía de la continuidad en el tiempo de su actividad y, por extensión, de su aportación a la sociedad a través de sus propietarios.

El grado de idoneidad de dicho perfil de riesgo viene marcado por el mantenimiento permanente de una relación equilibrada entre tres elementos: el nivel de exposición al riesgo asumido, la capacidad organizativa y técnica existente para su adecuado control y gestión, y el nivel de recursos propios acreditado. Este último determina, en última instancia, la capacidad financiera del Grupo para absorber las pérdidas inesperadas que pudieran producirse como consecuencia de la materialización de alguno de los riesgos inherentes a las actividades que desarrolla.

De los tres elementos citados, dos son recogidos por el coeficiente de solvencia, ratio que refleja la relación entre los recursos propios y los riesgos asumidos, una vez ponderados en función de diversas características relevantes.

En este contexto, se está produciendo una importante transformación de la normativa europea relacionada con la supervisión prudencial. Por una parte, están siendo incorporadas las directrices generales emanadas en 2010 del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (Basilea III), pero al mismo tiempo se están creando nuevos requerimientos exigibles específicamente en el ámbito de la Unión Europea.

Por ello, además de cumplir con las exigencias de más y mejor capital, y las limitaciones al apalancamiento derivadas de Basilea III, las entidades financieras europeas se verán sometidas a requerimientos adicionales, en forma de colchones sistémicos, y del nuevo Ratio de Bail-in.

En este contexto de exigencia creciente en materia de solvencia, durante 2013 el Grupo Kutxabank ha reforzado de manera muy notable su posición de solvencia, a través de la optimización de su cartera de riesgos y la generación interna de capital. Concretamente, ha conseguido incrementar su Ratio Core Tier I en 184 puntos básicos, hasta situarse en el 12,0% (12,4% en términos de Solvencia Total), niveles muy superiores a los umbrales de solvencia exigidos por la normativa vigente.

En 2014 entra en vigor la nueva normativa de solvencia, que combina el endurecimiento de las reglas de cómputo del capital y de los riesgos, con el incremento de los umbrales mínimos exigibles a las entidades financieras. Con el objeto de suavizar su impacto sobre las entidades y, por consiguiente, sobre el conjunto de la actividad económica, se ha diseñado un calendario de aplicación progresiva, que culmina en 2019 en la parte de los umbrales y en 2023 en la parte de las reglas de cómputo. Prescindiendo de los citados mecanismos de aplicación progresiva, el Grupo Kutxabank presenta, a 1 de enero de 2014, un Ratio Core Tier I fully loaded del 10,8%.

Adicionalmente a los ratios de solvencia tradicionales, la nueva normativa va a establecer un límite al apalancamiento global de las entidades financieras. Para ello utilizará el Ratio de Apalancamiento, que mide la proporción entre el capital de una entidad y el tamaño de su exposición total al riesgo. Durante la actual crisis, este ratio ha demostrado tener un mayor valor predictivo que otros indicadores de solvencia habituales. Aunque sus especificaciones técnicas se encuentran en fase de discusión, por lo que no existe una versión definitiva, Kutxabank estima que, al cierre de 2013, este indicador se habría situado en el 7,0%, mientras que se espera que el umbral mínimo exigible quede establecido en el 3%.

En tercer lugar, la futura Directiva de Resolución establecerá las pautas a seguir en el caso de entidades financieras en problemas, así como los niveles mínimos de fondos (propios y ajenos) que las entidades deben tener preparados para que asuman en primer lugar los eventuales quebrantos que se pudieran producir. Esta nueva exigencia se medirá a través de un nuevo indicador, el Ratio Bail-in, que también se encuentra en fase de diseño. En este caso, Kutxabank estima que habría cerrado 2013 con un Ratio Bail-in del 8,4%, que cumpliría desde ya con el umbral del 8%, que previsiblemente requerirá la citada Directiva.

Por lo que respecta al tercer elemento, la infraestructura de gestión del riesgo, el Grupo viene afrontando en los últimos ejercicios importantes mejoras en sus marcos de control de los diversos tipos de riesgo, tanto a nivel técnico como organizativo. Estas mejoras se han realizado en línea con la evolución metodológica de la industria financiera, así como con las directrices normativas que han ido entrando en vigor.

Pese a todo ello, la actual crisis económica y financiera está poniendo a prueba la adecuación de los diversos marcos de control implantados por las entidades, con un grado de severidad inesperadamente elevado. En este sentido, el Grupo financiero no está siendo ajeno a las consecuencias derivadas de un escenario tan desfavorable como el que está teniendo lugar.

Sin embargo, el comportamiento de los principales indicadores de riesgo de Kutxabank se compara favorablemente con la media del sector, lo que confirma un elevado grado de adecuación de los recursos humanos y técnicos destinados a su gestión. En un entorno doméstico e internacional en el que numerosas entidades financieras han quebrado o precisado de importantes inyecciones externas de capital, la entidad financiera ha mantenido sus resultados en el terreno positivo, si bien ciertamente más moderados que en la fase anterior del ciclo, y su nivel de solvencia se ha mantenido en niveles que superan con creces los requerimientos normativos vigentes.

La solvencia acreditada por Kutxabank, unida a la calidad media de su cartera de riesgos, significativamente mejor que la de la media del sector, le permite afrontar con confianza las nuevas pruebas de resistencia que llevarán a cabo las autoridades supervisoras europeas en 2014.